Alfonso XIII de España, llamado «el Africano» nació en Madrid el 17 de mayo de 1886, falleciendo en Roma el 28 de febrero de 1941. Rey de España desde su nacimiento hasta la imposición de la Segunda República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder efectivo a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902.
Hijo póstumo de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena, fue bautizado Alfonso León Fernando María Jaime Isidro Pascual Antonio de Borbón y Habsburgo-Lorena. Su madre ejerció la regencia durante su minoría de edad, entre 1885 y 1902. Al final de la Regencia y poco antes de comenzar su reinado propiamente dicho, España, tras la intervención de los Estados Unidos en 1898 en la guerra colonial, perdió sus últimas posesiones ultramarinas en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam en una derrota militar conocida como el desastre del 98.
Ya en el siglo XX, las aventuras coloniales comenzaron nuevamente en la zona norte de Marruecos, que había sido adjudicada a España en los repartos internacionales, lo que conduciría a la sangría de la Guerra del Rif. En 1902, al cumplir los 16 años, Alfonso XIII, popularmente apodado en Cataluña «en Cametes» (el «Piernecitas», porque las tenía muy delgadas), fue declarado mayor de edad y asumió las funciones constitucionales de Jefe de Estado. Durante su reinado visitó todas las provincias españolas y realizó numerosas visitas al extranjero. Entre los primeros países en los que fue recibido se encontraban Alemania, Reino Unido y Francia. Durante esta visita, Alfonso XIII y el presidente de la República, Émile Loubet, fueron objeto de un atentado en las calles de París, del que salieron ilesos.
El 31 de mayo de 1906, se casó con la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg (1887–1969), hija del príncipe Enrique de Battenberg y la princesa Beatriz del Reino Unido. Victoria Eugenia era sobrina del rey Eduardo VII y nieta de la reina Victoria I del Reino Unido. El tratado matrimonial se firmó por duplicado en Londres, el 7 de mayo de 1906.
Ena, como se la conocía, Alteza Serenísima por nacimiento, fue elevada al rango de Alteza Real un mes antes de su matrimonio, para evitar que la unión fuese considerada desigual o morganática.
Cuando Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia regresaban al Palacio Real, después de la boda, sufrieron un atentado mediante una bomba escondida en un ramo de flores, lanzada por el anarquista Mateo Morral a su carroza, frente al número 885 de la calle Mayor de Madrid, del que lograron salir ilesos milagrosamente. Como consecuencia de la explosión murieron tres oficiales y cinco soldados del séquito real, tres personas más en los balcones y resultaron con heridas más de 14 personas que contemplaban el paso del cortejo.
España conoció numerosas revueltas sociales en sus principales ciudades durante las dos primeras décadas del siglo XX. Una de las más destacadas tuvo lugar en 1909 en Barcelona y se conoció como la Semana Trágica. Uno de los factores que la desencadenaron fue el descontento de la población con la Guerra de Marruecos: en ese año se había recrudecido el conflicto marroquí, convirtiéndose en uno de los principales problemas nacionales.
En 1921, a raíz de unas operaciones bélicas tácticamente desastrosas, se produjo el hundimiento de la comandancia militar de Melilla (el desastre de Annual). El impacto que tuvo sobre la opinión pública generó un sentimiento muy crítico con la política mantenida hasta ese momento en Marruecos, y en general con todo el sistema político de la Restauración, ya tambaleante desde la huelga general de 1917. Se inició una investigación de lo sucedido (con el expediente Picasso) en el que, al parecer, quedaban involucrados en graves responsabilidades cargos elevados de la administración, pero dicho informe nunca vio la luz.
En este contexto de crisis política y social, el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, que fue respaldado por los partidos políticos, que participaron en sus gobiernos, por lo que Alfonso XIII, al consultarlos, le encargó la formación de un gobierno.
Primo de Rivera formó un gobierno al que denominó directorio, que estuvo compuesto en un primer momento exclusivamente por militares (Directorio Militar) y, posteriormente (1925), tuvo un carácter civil (Directorio Civil). Durante la Dictadura se puso fin a la Guerra de Marruecos con el Desembarco de Alhucemas en 1925, que permitió la conquista española definitiva del Rif en 1927.
En 1929 se celebraron la Exposición Universal en Barcelona y la Iberoamericana en Sevilla, pero la oposición creciente que generó el dictador, especialmente extendida entre estudiantes, intelectuales y el cuerpo de Artillería (se oponía a la reforma que pretendía el dictador de su sistema de ascensos), hicieron que Alfonso XIII apartase a Miguel Primo de Rivera del gobierno el 29 de enero de 1930, nombrando presidente del consejo de ministros al general Dámaso Berenguer con la intención de retornar al régimen constitucional. Este nuevo periodo se conoció enseguida como «la Dictablanda», por contraste con la dictadura anterior.
Tras la caída del dictador —que falleció semanas después—, aumentaron las manifestaciones antimonárquicas, se acusó al Rey de haber auspiciado la dictadura de Primo de Rivera y de tener responsabilidades en el Desastre de Annual. Ese año los partidos republicanos se unieron frente a la monarquía con la firma del Pacto de San Sebastián, con la intención clara de dar un Golpe de Estado, que se produjo un año después. Hubo pronunciamientos militares republicanos que fueron frustrados por el gobierno en la base aérea de Cuatro Vientos (Madrid) y en Jaca (éste último encabezado por los capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández, que fueron fusilados tras un consejo de guerra).
En febrero de 1931 el almirante Juan Bautista Aznar fue designado presidente del consejo por Alfonso XIII. Su gobierno convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Aun a pesar de la victoria clara de las candidaturas monárquicas, los republicanos se lanzan a las calles el 14 de abril, creando un ambiente violento, e imponiendo la Segunda República. El Rey abandonó el país ese mismo día, con el fin de evitar una guerra civil.
En la noche del 14 al 15 partió de Madrid hacia Cartagena al volante de su automóvil Duesenberg y desde allí zarpó para Marsella en un buque de la Armada Española para trasladarse después a París. Su familia salió en tren desde Aranjuez a la mañana siguiente.
Durante su exilio residió en diversos lugares, aunque los últimos años de su vida los pasó en Roma. Tras la muerte de Alfonso Carlos de Borbón, duque de San Jaime, pretendiente carlista bajo el nombre de Alfonso Carlos I, en 1936 recibió los posibles derechos del carlismo y del legitimismo francés con el nombre de Alfonso XIII de España y Alfonso I de Francia y Navarra.
El 15 de enero de 1941 renunció a la jefatura de la Casa Real en favor de su hijo Juan (sus dos hijos mayores se habían apartado de la sucesión). Falleció el 28 de febrero de 1941 en el Gran Hotel de Roma a causa de una angina de pecho. Estuvo enterrado en la iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles de la capital italiana hasta que, el 19 de enero de 1980, sus restos fueron trasladados al Panteón Real del Monasterio de El Escorial por orden de su nieto, el rey Juan Carlos I.
Por su parte, su hijo Juan, conde de Barcelona, renunció a sus derechos al trono en 1977, en favor de su hijo Juan Carlos, que había sido nombrado rey en 1975, a la muerte del general Franco, en virtud de la ley de sucesión a la jefatura del estado de 1947. Con la renuncia a sus derechos por parte del conde de Barcelona se recuperó la legitimidad dinástica de la monarquía histórica, tal como recoge el artículo 57 de la Constitución española de 1978.
Quedan para la historia las acciones que durante la I Guerra Mundial organizó como monarca de un país neutral, entre ellas la Oficina pro-cautivos, posiblemente la primera acción humanitaria gubernamental registrada en la historia, con el fin de intentar conseguir respuestas a los familiares que no sabían nada de sus parientes militares o civiles en zona de guerra.
El monarca fundó este organismo de una forma independiente del gobierno, para no comprometer su neutralidad. Así, con fondos propios de un millón de pesetas, estableció en el Palacio Real una secretaría donde llegaban las solicitudes de información e intervención para con los prisioneros de ambos bandos; cosa que fue posible gracias a los buenos contactos y relaciones del rey con los diversos países contendientes. Se sirvió de las embajadas para conseguir información de los presos y permitió poner en contacto a prisioneros de guerra de ambos bandos con sus familias. Salvó así a aproximadamente 70.000 civiles y 21.000 soldados, e intervino a favor de 136.000 prisioneros de guerra, llevando a cabo 4.000 visitas de inspección a campos de prisioneros. Intervino también a favor de que en la guerra submarina no se atacara a los buques hospitales, proponiendo instaurar una inspección neutral de militares españoles de estos barcos en la salida del puerto y la entrada. Consiguió con la aceptación de esta solicitud que ambas partes en conflicto no volvieran a repetir la trágica acción de torpedear buques con la bandera hospitalaria, como había sucedido en el pasado. La oficina tenía un volumen tal de peticiones que los voluntarios que trabajaban en la organización no descansaban ni en días festivos.
Además, de estas acciones, es destacable su intento de liberar y llevar a España a la Familia Imperial Rusa; sin embargo, la Revolución bolchevique frustró estos planes.15 Este hecho causó al rey una profunda tristeza.
La pareja real tuvo siete hijos:
* Alfonso (Alfonso Pío Cristino Eduardo) (1907-1938), príncipe de Asturias nació hemofílico y renunció a sus derechos al trono en 1933. Ostentó el título conde de Covadonga desde entonces y hasta su muerte prematura.
* Jaime (Jaime Leopoldo Isabelino Enrique) (1908-1975), infante de España, era sordo de nacimiento; renunció a sus derechos al trono en 1933, cuando recibió el título duque de Segovia. Heredó de su padre los derechos dinásticos al trono de Francia (1941-1975) y fue conocido como Duque de Anjou para los monárquicos franceses.
* Beatriz (Beatriz Isabel Federica Alfonsa Eugenia) (1909-2002), infanta de España; se convirtió en princesa de Civitella Cesi por su matrimonio con Alessandro Torlonia.
* Fernando nacido muerto en 1910.
* María Cristina (María Cristina Teresa Alejandra) (1911-1996), infanta de España; contrajo matrimonio con Enrico Eugenio Antonio Marone Cinzano (conde Marone-Cinzano); con descendencia.
* Juan (Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso) (1913-1993), infante de España y conde de Barcelona, pretendiente al trono desde la muerte de su padre en 1941 hasta 1977, cuando cedió sus derechos a su hijo Juan Carlos. Don Juan contrajo matrimonio con su prima, la princesa María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias (1910-2000).
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