Nos hemos acostumbrado a tener información de forma puntual y prácticamente al segundo de cada asunto que planea, y eso, a veces, es un peligro cuando se trata de parar un Golpe de Estado sin las herramientas que toda la vida se han usado. Hasta ahora, las asonadas golpistas se hacían con metralletas, pistolas y siempre con firmeza y resolución de sus actores, algo que ahora, ni lo primero ni lo último, tienen aquellos que han querido subvertir el orden constitucional. Y nos hemos sentido, entonando el «mea culpa» ciertamente huérfanos de información o respuesta, pues pensábamos que nadie hacía nada. Nada más lejos de la realidad.

SM el Rey esta teniendo un papel muy protagonista en la intentona golpista de los secesionistas, tanto que la mediación de Felipe VI paró el golpe de Puigdemont, siendo su papel esencial, como ya ocurrió con su padre para el desenlace del 23-F. El mundo empresarial y político cerró filas con él y los españoles salimos a la calle a defender la unidad del Reino de España alentados por su determinación.

Hasta tal punto ha seguido y se ha implicado en el asunto, que despejó su agenda durante dos semanas para estar más que pendiente y activo, incluyendo un contacto sumamente discreto, directo y por diferentes medios con políticos y empresarios implicados en el conflicto. Felipe VI ha mantenido contacto estos días de forma personal con el presidente de Mercadona Juan Roig, con Pablo Isala, consejero delegado de Inditex, el ex presidente de Telefónica Cesar Alierta, Isidro Fainé presidente de la Caixa, que le transmitió su preocupación por la inseguridad jurídica que se planteaba y le anunció el abandono de la sede social de Barcelona. Todos han coincidido en el respeto a la Constitución y a la legalidad vigente, para el «entendimiento y la Concordia» que SM el Rey mencionó en su discurso.

El empujón que dio el Rey para una respuesta contundente por parte del Gobierno y la oposición, desactivo todos los resortes que los golpistas tenían hasta entonces y se encontraron con una sociedad que despertaba y salía a la calle ante el robo manifiesto de su libertad y democracia por parte de los irresponsables miembros del Gobierno Autonómico de la Generalidad.

Las palabras del Rey, como Jefe del Estado, reforzaron los «valores comunes» que hasta ese momento estaban agazapados. Los españoles se echaron a la calle de forma pacifica, democrática y libre para defender la unidad de la Nación, en respuesta a los violentos movimientos de los secesionistas y su cobarde salida el 1-0 con niños y ancianos como escudos humanos.

El Rey ha mantenido, igualmente, un contacto directo con Mariano Rajoy, presidente del gobierno, así como con los lideres de los partidos demócratas que están presenten en el congreso. Tanto Pedro Sánchez, del psoe, como Albert Rivera, de Ciudadanos, han tenido contacto con Zarzuela durante este tiempo. No olvidemos, que SM el Rey fue quien sentó las bases para el acuerdo entre PP, Psoe y Cs en defensa de la constitución y la aplicación el artículo 155, con el objetivo de devolver a la comunidad autónoma a la legalidad.

La actual situación de dejadez de las autoridades catalanas le duele a SM el Rey. Desde hace años, Don Felipe apela a la unidad, la concordia, el camino de la legalidad y huir de aventuras secesionistas que lo único que ha conseguido es la división de la sociedad y su crispación.